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La ceniza de sosa, o carbonato de sodio (Na₂CO₃), viene en dos formas: ligera y densa. La ceniza de sosa ligera es un polvo fino y blanco con una densidad más baja (500-600 kg/m³) y se disuelve rápidamente en agua. Es ideal para detergentes, tratamiento de agua y ablandamiento de agua. La ceniza de sosa densa es más compacta, con una densidad de 1000-1200 kg/m³. Se disuelve más lentamente, lo que la hace perfecta para la fabricación de vidrio y la metalurgia. Ambas formas son esenciales en diversas industrias y ofrecen beneficios únicos basados ​​en sus propiedades físicas.